El Vaticano: La Masonería está prohibida para los católicos porque la membresía en una fraternidad es un “pecado grave”.
En respuesta a una solicitud de un obispo filipino preocupado por el creciente número de su rebaño que son masones, el Papa Benedicto XVI aprobó el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Todavía está prohibido para los católicos unirse a los masones. Esto es lo que confirmó el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en una respuesta fechada el 13 de noviembre de 2023, firmada por el Mayor Victor Fernandéz y bendecida por el Papa Francisco. Dom Julito Cortes, obispo de Dumanguete en Filipinas, se comunicó con el Vaticano porque estaba preocupado por “la situación en su diócesis, debido al continuo aumento de los fieles afiliados a la masonería.” El obispo ha solicitado consejo sobre cómo manejar esta situación pastoralmente, teniendo en cuenta también las ramificaciones teológicas.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe decidió reaccionar incluyendo también la Conferencia Episcopal de Filipinas, “notificando que sería necesario implementar una estrategia coordinada entre cada obispo que involucre dos enfoques”.
Absorción teológica y pastoral
En lo que respecta a cuestiones de fe y doctrina, la primera regla es clara: “una persona fiel no puede afiliarse activamente a la Logia Masónica” (cf. la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 1983 y las mismas Directivas publicadas por la Conferencia de Obispos en 2003).
Por lo tanto, la nota aclara que “aquellos que de manera formal y consciente están registrados en sociedades matriarcales y han abrazado principios matriarcales entran dentro del ámbito de las disposiciones de la mencionada Declaración. Estas reglas también se aplican a cualquier miembro del clero que se una a los masones”.
La segunda estrategia es de naturaleza pastoral, y el dicasterio recomienda que todos los párrocos filipinos “realicen una catequesis popular sobre las razones de la incompatibilidad entre la fe católica y los rituales masónicos”. En este punto, pedimos a los obispos de Filipinas que evalúen en oración si deben o no emitir una declaración pública sobre el asunto.
Pecado Grave
La Declaración de noviembre de 1983 fue publicada en vísperas de la entrada en vigor del nuevo Código de Derecho Canónico. El Código reemplazó al Código de 1917 y, entre las nuevas características, se observó, por algunos con satisfacción y por otros con preocupación, la ausencia de la condena explícita de la Masonería y la excomunión para sus miembros, que estaba presente en el texto antiguo. La Declaración, firmada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger y el secretario de la Congregación, Jérôme Hamer, y aprobada por Juan Pablo II, reiteró que los católicos afiliados a las logias masónicas están “en un estado de pecado grave”.