Tras las restricciones al aborto, las mujeres estadounidenses trafican con píldoras abortivas desde México

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Menos de un mes después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara el derecho constitucional al aborto en el país, empieza a surgir un mercado clandestino de píldoras abortivas

Menos de un mes después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara el derecho constitucional al aborto en el país, empieza a surgir un mercado clandestino de píldoras abortivas. A través de las mexicanas, que cruzan la frontera ilegalmente, las embarazadas estadounidenses han estado recibiendo píldoras abortivas.El envío de los medicamentos está organizado por una red de unas 30 organizaciones que defienden el aborto en México. Representantes de estas organizaciones hablaron con la cadena de televisión estadounidense CNN e informaron de que una media de 100 dosis de los abortivos -mifepristona y misoprostol- han cruzado la frontera mexicana hacia Estados Unidos cada día desde que se prohibió o limitó significativamente el aborto.

– Las drogas llegan a las manos de las mujeres de mil maneras creativas”, dijo la activista mexicana Verónica Cruz Sánchez, del grupo Las Libres, una de las administradoras de la red.
Las mujeres estadounidenses siguen teniendo la opción de viajar a otros estados donde el aborto sigue estando permitido y realizarlo. Pero como el procedimiento requiere que el paciente permanezca unos días en el lugar donde se realizó, el coste aumenta y excluye a las personas con menos condiciones económicas.
La red mexicana trabaja para ayudar a estas mujeres, especialmente en el estado de Texas, donde la práctica fue efectivamente prohibida tras la sentencia del Tribunal Supremo en junio.
– Lo que hicimos fue empezar a darles opciones”, dijo Sandra Cardona, del grupo Necesito Abortar México, que recibió más de 70 solicitudes de ayuda de mujeres en Estados Unidos en la semana siguiente a la prohibición.
 
Reversión de la decisión Roe v Wade
 
El Tribunal Supremo de Estados Unidos, de mayoría conservadora, anuló el 24 de junio, por seis votos contra tres, el derecho al aborto legal en el país, revocando la histórica decisión de 1973 en el caso Roe contra Wade. La sentencia, cuyo borrador se filtró en mayo, supone la prohibición o restricción del aborto en el país, con repercusiones que empeoran para las mujeres pobres y de minorías.
La sentencia pone fin a la garantía federal del derecho al aborto hasta que haya viabilidad fetal, es decir, hasta que el feto pueda sobrevivir fuera del útero, lo que ocurre entre la semana 22 y 24 de gestación. Esto no significa que el aborto esté prohibido en Estados Unidos, sino que ya no se considera constitucionalmente protegido y que corresponde a cada estado legislar sobre su legalidad. Los estados controlados por los republicanos tienden a seguir la opinión del más alto tribunal del país.
Las impugnaciones al caso Roe v Wade son constantes desde 1973, pero el expresidente Donald Trump ha tomado como una de sus plataformas de campaña la anulación de la jurisprudencia. El tema fue fundamental en su elección de los tres jueces que nominó para el Tribunal Supremo, y el trío formado por Brett Kavanaugh, Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett fue decisivo para revocar el directo de casi medio siglo de las mujeres estadounidenses.