La liberación de todos los rehenes detenidos en las cárceles ecuatorianas
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha autorizado la liberación de internos de siete regiones diferentes.
Según la agencia estatal encargada de las prisiones (SNAI), todo el personal y los guardias que fueron tomados como rehenes por los internos en las cárceles ecuatorianas fueron liberados durante la noche del sábado al domingo.
“Los protocolos de seguridad y el trabajo conjunto con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas se concluyeron con éxito con la liberación de todos los (…) que estaban detenidos en los diferentes Centros de Privación de Libertad (CPL) del país”, según un comunicado emitido por la autoridad.
La liberación de los detenidos de siete provincias a lo largo de Ecuador, desde la frontera norte con Colombia hasta la frontera sur con Perú, fue verificada por el presidente Daniel Noboa, que la semana pasada fue objetivo de organizaciones de narcotráfico.
Logramos la victoria. Según un video compartido en redes sociales, un guardia de prisión expresó su gratitud de que todos pudieran escapar con seguridad. El hombre estaba acompañado de una bandera ecuatoriana mientras se situaba frente a los otros guardias que fueron liberados del centro de detención en la región andina sur de Cotopaxi.
En otro video se escucha a un guardia de prisión decir: “Está bien, gracias”, después de ser liberado el sábado.
Después de la liberación del sábado de 41 personas (24 guardias y 17 trabajadores) en coordinación con la Iglesia Católica, según un informe anterior de la SNAI aún quedaban 133 guardias y 3 empleados administrativos como rehenes. Otros ya habían sido liberados.
La administración de las prisiones informó de 178 personas como rehenes el jueves.
Aproximadamente veinte grupos utilizan las cárceles como base desde la cual infunden miedo y hacen valer su brutal poder. Lo que antes se consideraba una nación tranquila, ahora está siendo azotada como represalia a las estrictas medidas del gobierno de Noboa contra estas organizaciones.
Más de mil personas están confinadas
Uno de los narcotraficantes más notorios desapareció de su cárcel en la ciudad portuaria de Guayaquil el pasado domingo, lo que provocó una crisis que ha persistido desde 2021 y ha resultado en casi 460 muertes entre los presos.
Se produjo una ola violenta después de la fuga de Adolfo Macías, también conocido como “Fito”, líder de la principal facción criminal del país llamada “Los Choneros”. La ola incluyó 19 muertes, disturbios en las prisiones, internos que retuvieron a empleados y guardias, policías secuestrados, decenas de internos fugados, ataques con explosivos y vehículos incendiados.
Quienes estén a cargo de investigar los “sucesos” en las prisiones enfrentarán consecuencias, según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
La provincia de El Oro se encuentra en el suroeste del país, cerca de la frontera con Perú. El sábado, la SNAI informó de que un guardia murió como resultado de enfrentamientos con los detenidos, elevando el número total de víctimas a diecinueve en los últimos siete días.
Además de los 1.105 internos, ocho “terroristas” fueron abatidos, dos agentes de policía fueron asesinados y veintisiete internos fueron recapturados, según las autoridades.
Se ha implementado un toque de queda de seis horas, que comienza a las 11 p.m. hora local (o 1 hora en Brasilia), y un estado de excepción de 60 días en todo el país, incluidas las cárceles, mientras cientos de tropas y policías continúan su búsqueda de Fito.
Colombia alberga los mayores campos de coca del mundo, y el Ejército colombiano cree que Fito cruzó a su país.
“Venceremos”
En una entrevista con la BBC el viernes, Noboa prometió no retroceder ante la creciente presión y violencia de las facciones contra el Estado. “Creo que venceremos y no dejaré de luchar hasta lograrlo”, dijo.
Desde sus oficinas criminales en las cárceles, los capos del narcotráfico supervisan el negocio, ordenan asesinatos, manejan el dinero de sus crímenes y libran luchas de poder mortales con sus enemigos.
Durante mucho tiempo, Ecuador fue un refugio seguro para el narcotráfico. Sin embargo, recientemente, las pandillas en el país se han unido para luchar contra el Estado y tomar el control de la zona, convirtiendo a Ecuador en un nuevo bastión del narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa.
La tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes ha aumentado de 6 en los últimos cinco años a 46 en 2023, y se ha desatado un conflicto interno, similar a lo que ocurrió en Colombia hace un siglo, pero con el componente adicional de las cárceles descontroladas.
Para albergar a los delincuentes más peligrosos, el gobierno de Noboa planea construir dos prisiones “supermáximas” con una capacidad combinada de casi 3.000 personas. Además, aboga por la construcción de barcos prisión.
El martes, como parte de su ofensiva contra el narcotráfico, atacaron una estación de televisión en vivo, lo que causó gran revuelo y tuvo consecuencias en todo el mundo.