Los expertos en salud mental advierten que el uso de las redes sociales puede ser adictivo y provocar adicción, ansiedad, irritabilidad e incluso depresión.
Durante el aislamiento en la pandemia, el uso de la tecnología aumentó significativamente, especialmente entre los jóvenes.
Sin embargo, los expertos informan de que el número de jóvenes ansiosos y deprimidos no hace más que aumentar. Están cada vez más conectados, con nuevos estándares de belleza y poca interacción social. Dependen de unos pocos gustos o preferencias para saber si son agradables y si están dentro de las certezas virtuales.
Entre las causas más reconocidas de la dependencia de las redes sociales se encuentran la baja autoestima, la insatisfacción personal, la depresión o la hiperactividad e incluso la falta de afecto, una necesidad que los adolescentes suelen intentar suplir con los famosos likes.
De hecho, muchos jóvenes las buscan casi compulsivamente para experimentar una intensa -pero siempre breve- sensación de satisfacción que, sin embargo, puede ser contraproducente, ya que les hace depender, con el tiempo, de la opinión de los demás.
Según el médico, los adolescentes son los que corren más riesgo de caer en la dependencia por tres razones fundamentales: la tendencia a la impulsividad, la necesidad de tener una influencia social amplia y expansiva y, por último, la necesidad de reafirmar la identidad del grupo.
Síntomas de la adicción a las redes sociales
– Nerviosismo cuando no tienes acceso a Internet, la red social no funciona o es más lenta de lo habitual.
– Revisar las redes sociales nada más levantarse y antes de acostarse.
– Sentirse inquieto si no se tiene el smartphone al alcance de la mano.
– Caminar utilizando las redes sociales.
– Sentirse mal si no se obtienen likes, retweets o vistas.
– Utilizar las redes sociales mientras se conduce.
– Sentir la necesidad de compartir cualquier cosa de la vida cotidiana.
– Pensar que la vida de los demás es mejor que la tuya por lo que ves en las redes sociales.
– Registrándose en todos los lugares a los que va.
Cómo prevenir la adicción a las redes sociales
Como en todas las adicciones, es más fácil prevenir que curar. En este sentido, existen algunas prácticas sencillas que resultan muy eficaces para evitar ese uso excesivo de las redes sociales que acaba desencadenando la adicción. Entre las más eficientes se encuentran las siguientes:
– Establezca un tiempo mínimo de 15 minutos entre las conexiones.
– Deja el móvil en los momentos clave del día (desayuno, comida o cena).
– Desactivar las notificaciones automáticas.
– Activar el modo silencioso del teléfono móvil y no utilizarlo ni como reloj ni como despertador para evitar la tentación.
– Establezca un tiempo mínimo al día para realizar actividades totalmente desconectadas, como hacer deporte, leer o escuchar música.
– Reducir el número de amigos en las redes sociales.
– Elimina las apps y abandona los grupos de WhatsApp prescindibles.
Aunque no hay datos oficiales sobre el número de nuevos adictos, los psicólogos coinciden en que la pandemia nos ha virtualizado, porque sin otro remedio hemos tenido que aprender a relacionarnos, a adaptarnos al teletrabajo, a las clases online, a las citas médicas a distancia.