A merced de la crisis: la uberización

Ads

El año es 2021, el mundo vive una pandemia y el aislamiento es el remedio. En una distopía, todos los trabajadores se quedarían en casa, cobrarían sus salarios y el único esfuerzo sería mantener a salvo a sus familias. Sin embargo, a mediados de 2022 se vivió el fenómeno derivado de este escenario -que nada tiene que ver con este imaginario ideal-, que fue el crecimiento exponencial de la precariedad en medio de una sociedad de “uberización”. Esta situación es un problema para nosotros, ya que debilita a la sociedad brasileña y desestabiliza las relaciones laborales.

En primer lugar, el mundo actual atraviesa varios “puntos muertos” políticos: los gobernantes a los que les cuesta manejar el lado social y económico; la polarización en derecha e izquierda; y favoritismo en los acuerdos que deben centrarse en la población. Todo esto ocurre en ese momento, representando precisamente la causa de la precariedad del trabajo durante tal inestabilidad de los conflictos, generando lo que los nuevos académicos denominan “Uberización”: una sociedad de informalidades. Con tanta incertidumbre que hay en Brasilia, las grandes empresas están perdiendo capital extranjero, en consecuencia, se pierden empleos fijos, reemplazados por un trabajador subcontratado, que, dependiendo del día, el clima, ni siquiera recibe su dinero, ya que no tiene seguridad. solo recibo para entrega de comida individual. ¿Qué pasa si tu motocicleta se descompone? ¿Pasó mucha lluvia y el producto se echó a perder? Por desgracia para él, no hay barandilla que lo detenga: la sociedad está cada vez más desestabilizada por la soledad y el individualismo del trabajo uberizado.

No sólo eso, lo que perjudica sobre todo a los brasileños es la falta de trabajo. El desempleo alcanzó niveles que solo se habían visto durante el Plan Collor -otro desastre del gobierno-, los brasileños no tienen trabajo en este escenario actual, pero tienen familia y pasan hambre. Si este contexto por sí mismo ya es precario y extremo. En este ambiente, las relaciones de trabajo se debilitan, hay seguridad que brinda la ley y el jefe (a través de la firma de la tarjeta de trabajo), pues esta medida fue sustituida por el término de concientización de la aplicación; ya no puedes construir tu carrera en la empresa, si quien te mira es un GPS cronometrando tu camino.

Los empleos son cada vez más escasos debido a diversos factores económicos derivados de esta confusión, por lo que se buscan “trabajos ocasionales” sin perspectivas de crecimiento para alimentar al país. Decir que el crecimiento de la informalidad es una elección es lo mismo que decir que dormir en la calle es una elección: son consecuencias de medidas que perjudican el funcionamiento de los grupos sociales más frágiles, que afectan al conjunto de la sociedad, que los desestabilizan y déjalos a merced del resto de opciones.

Entonces aquí reitero, la “uberización” de los empleos es solo un reflejo de la precariedad que ha venido sufriendo la sociedad por no recibir políticas públicas que den apoyo (el guardarraíl) a su población en tiempos de crisis. Y así, éste se hunde cada vez más, porque es frágil y no puede recuperarse sin medidas que lo estabilicen en el mercado laboral.