Vengo por esto, como Presidente del Consejo de Nutrición, a advertir sobre los peligros de practicar la gordofobia en una sociedad. Tal prejuicio ocurre porque el mundo actual vive en la época de internet, lo que hace que se amplifiquen los trastornos alimentarios, debido a las comparaciones realizadas en las redes y la distorsión de la comprensión de la salud.
En primer lugar, querido lector, en el escenario actual, en el que ya nacen generaciones al ritmo del mundo digital, es muy común que enfermedades como la ansiedad den lugar a una alimentación disfuncional, es decir, desequilibrada y/o en exceso.
Porque la conciencia corporal de quien vive mucho las pantallas también está distorsionada. Así, el entorno en el que vivimos influye en nuestra alimentación, pero ese mismo entorno también trae comparaciones y parámetros de ideales creados superficialmente, que, según la Academia de Psiquiatría, modifican nuestro estado emocional, distorsionando la imagen que se ve en el espejo. Entonces, querida familia, la modernidad sí trae detonantes para comer más y de forma poco saludable, pero la gordofobia practicada muchas veces se realiza en personas que no tienen sobrepeso y, eso sí, justo fuera del estándar creado, provocando aún más problemas psíquicos y alimentarios.
Además, la gordofobia es un problema social no solo por la situación de la obesidad en el mundo, sino también por la distorsión del concepto de salud. En este sentido, los nutricionistas vemos cada día más en la consulta que el vínculo entre el estado emocional y los hábitos alimentarios es lo que define si el paciente está sano o no. Para la OMS es preocupante cuando una persona alcanza un porcentaje de grasa superior al 35%, lo que implica que una persona vista como esbelta puede llegar a ese índice con baja musculatura. En vista de esto, el prejuicio practicado sobre la persona con más peso utiliza el concepto erróneo de sobrepeso, ya que no se preocupa realmente por la composición física de la persona, y solo por el formato desviado de la norma, reforzando el prejuicio sobre eso y todo las mentalidades problemáticas que de ello se derivan.
En base a lo anterior, queda claro que la gordofobia es un problema que tiene que ser resuelto por toda la sociedad, ya que agrava los trastornos alimentarios preexistentes y provoca distorsiones en la salud de la población. Ante esto, pido a toda la comunidad que revise sus prácticas diarias: es necesario analizarlas y acabar con la gordofobia, solo así las personas estarán sanas de cuerpo y mente.
Tuyo sinceramente,