Before the climate summit, the United States and China have promised to form a working group to address the issue: Uniendo Fuerzas: Estados Unidos y China se comprometen a colaborar en la crisis climática

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Antes de la cumbre climática, Estados Unidos y China han prometido formar un grupo de trabajo para abordar el problema.

Los dos mayores emisores de contaminantes del mundo, los chinos y los estadounidenses, están tratando de dejar a un lado sus diferencias para enfrentar la crisis climática.

Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos, y Xi Jinping, presidente de China, se reunieron en las afueras de la cumbre del G20 en Bali, Indonesia.

Estados Unidos y China acordaron revivir un grupo de trabajo de cooperación en materia de cambio climático y se comprometieron a aumentar significativamente la producción de energía renovable. Los dos gobiernos confirmaron la noticia hoy, justo antes de una reunión entre los jefes de estado de ambos países que estaba programada para hoy en San Francisco. Los dos mayores emisores de contaminantes del mundo, los chinos y los estadounidenses, están tratando de dejar a un lado sus diferencias para enfrentar la crisis climática.

La cooperación en materia de cambio climático ha sido durante mucho tiempo un punto positivo en una relación por lo demás tensa entre Estados Unidos y China, que se ha manifestado en áreas tan diversas como el comercio, la tecnología, los derechos humanos y la geopolítica.

Se emitieron declaraciones separadas por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos y el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China el jueves después de las reuniones entre el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, y su contraparte china, Xie Zhenhua, en California a principios de este mes. Este año, los dos representantes también se reunieron en Pekín para mantener conversaciones.

Según la comunicación, los dos países han acordado “operacionalizar” un grupo de trabajo bilateral estancado para “entablar diálogo y cooperación para adoptar acciones climáticas concretas” en esta década. Este grupo de trabajo fue propuesto por primera vez por Kerry y Xi en la cumbre climática de las Naciones Unidas de 2021 en Glasgow, pero se ha mantenido en espera desde agosto del año pasado.

China se ha comprometido a reducir las emisiones ante la crisis climática en curso siguiendo “su propio camino”.

La declaración también promete un aumento significativo en fuentes de energía renovable como la energía eólica y solar, así como el almacenamiento de baterías para ayudar a gestionar el sector energético de cada país, y más específicamente para reemplazar los combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural que contribuyen al calentamiento global.

Para acelerar “la sustitución del carbón, el petróleo y el gas natural”, China y Estados Unidos han acordado “acelerar suficientemente la instalación de energía renovable” en sus respectivas economías para finales de 2030. Ambas naciones se han comprometido a apoyar los esfuerzos para “triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial para 2030” y han dicho que desean reducir significativamente las emisiones de su sector energético para finales de esta década.

Ambos países han acordado reducir su uso de todos los gases de efecto invernadero para 2035 como parte de sus compromisos climáticos internacionales. Estos gases incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) e hidrofluorocarbonos (HFC). El acuerdo tiene como objetivo limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, umbral más allá del cual los científicos advierten que será más difícil para los humanos y otros organismos adaptarse a los impactos del cambio climático como olas de calor y sequías.

Por primera vez, China ha declarado públicamente su intención de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero más allá del dióxido de carbono, de acuerdo con sus objetivos climáticos actuales, según un académico chino con sede en Beijing que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el asunto.

“Dadas las actuales circunstancias políticas, ambas partes hicieron esfuerzos de buena fe para identificar áreas de acuerdo que puedan conducir a progresos”, afirmó el estudiante. “Es muy práctico”.

La promesa de China de establecer objetivos de emisiones para todos los gases de efecto invernadero fue sin duda la parte más notable de la declaración, según Li Shuo, director del Centro Climático de China del Instituto de Política Social Asiática.

Aunque China ha prometido limitar sus emisiones “antes de 2030”, no se ha revelado la fecha exacta de esta reducción. Pero hay señales de que la rápida acumulación de energía eólica y solar en el país está comenzando a reemplazar al carbón: un análisis de Carbon Brief publicado esta semana predijo que las emisiones de China comenzarían a disminuir el próximo año e incluso pronosticó un cambio aún mayor en dirección contraria.

A pesar de las promesas de China de aumentar significativamente el uso de fuentes de energía renovable, no se han hecho declaraciones claras sobre si el país planea eliminar eventualmente el uso del carbón, el tipo de combustible fósil más contaminante.

El anuncio se produce tres semanas antes de la COP28, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará este año en Dubái. El tono y el ritmo de la conferencia anual podrían verse determinados por el grado en que otros países vean señales de cooperación entre los dos mayores emisores del mundo.

Según Li, dado que su participación es “una condición previa para un progreso significativo a nivel mundial”, la declaración fue un “esfuerzo oportuno para alinear a Estados Unidos y China” antes de la COP28. Sin embargo, destacó que un acuerdo climático entre Estados Unidos y China solo incluiría “preparar el terreno” y no “definir el tono”, y que esa tarea recaería en la COP28.

Cuando los dos países se reúnan en los Emiratos Árabes Unidos, las negociaciones entre Estados Unidos y China ayudarán a estabilizar la situación política, pero temas apremiantes como la eliminación gradual de los combustibles fósiles aún necesitarán un esfuerzo político significativo. China también debe tener en cuenta que podrían surgir otras ambiciones en la COP. “Detener la aprobación de nuevos proyectos de energía es un buen próximo paso”, dijo.